¿Por qué nos conmueve esta imagen?
¿Porqué nos conmueve esta imagen? ¿Qué nos recuerda?
Toda imagen es, o puede ser, la reformulación de otra imagen, también la de/formación de otra imagen. Nuestras memorias, como nuestros sueños, no trabajan: solo transforman.
Esta imagen nos lleva a otra imagen:
Pero, ¿por qué aquella imagen nos conmueve?
El imaginario simbólico de Venezuela abreva solo en la narrativa épica, decimonónica, de los caudillos populares, desde los lanceros de Páez hasta los andinos de Castro. Es la astucia de voltear la cara, carajos, en el minuto preciso del abismo; es la trampa de guerra, no cívica, que aún nos encierra; es la cárcel de nuestro imaginario. Reproducido sin cesar, estamos todos atados en ese nudo simbólico que la república democrática y civil no supo deshacer.
Me conmueve entonces de aquella imagen que no es un caudillo, que no se devuelve en astucias, que nadie grita, que lo sigue un niño, un hijo, la infancia de un país diferente, posible. Me conmueve que no descansan, que cabalgan sin cesar «las grandes, las solas, desiertas llanuras». Quisiera entonces levantar mi voz, con la del poeta, para cantarles: «Nadie, nadie, nadie, que enfrente no hay nadie; / que es nadie la muerte si va en tu montura. / Galopa, caballo cuatralbo, / jinete del pueblo / que la tierra es tuya. / A galopar, / a galopar / hasta enterrarlos en el mar».
Luis Pérez-Oramas
Greenpoint, New York, 30 de julio de 2024
©Trópico Absoluto
1 Comentarios
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Es muy cierto, el galope del caballo y el ondeo de la bandera de Venezuela no nos recuerda otra cosa que no sea nuestra convicción por la libertad !! Seremos libres
Hasta el final!!