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La vuelta a la patria como estigma: discriminación hacia el venezolano retornado

En Venezuela existe un fenómeno migratorio muy complejo, pues la pandemia provocada por el coronavirus estimuló el regreso de muchos de los que huyeron en situaciones desfavorables. El gobierno respondió a esta situación violentamente, acusando a los retornados de contagiar al país; estigmatizándolos y responsabilizándolos de la reproducción del virus. En este estudio Irma Chumaceiro y Alexandra Álvarez Muro analizan cinco alocuciones de Nicolás Maduro, observando cómo desde el poder se intentó dividir a los venezolanos, se los engañó presentando a los retornados como causantes de la extensión del coronavirus y se confundió a la población para hacerla eco de un léxico que deriva en la discriminación, la delación y el rechazo de los connacionales.

Mujer venezolana intentando entrar a Colombia. ACNUR. 2019

El Racista y el Inquisidor tienen un rasgo en común:
el temor a la contaminación y el horror a la suciedad.
Figuras controladoras, separan, delimitan, purifican,
para evitar la zona de contacto, para que las cosas no dejen de ser lo que son
y se transformen en otra cosa, desconocida, inclasificable,
inasible, y por lo tanto, peligrosa.
Michaelle Ascencio

I.

Venezuela enfrenta una descomunal y amenazante crisis humanitaria que afecta a todo el subcontinente. A la emigración masiva de venezolanos propiciada por la precaria situación económica y político-social, se añaden los nuevos desplazamientos de aquellos connacionales que regresan como consecuencia de la pandemia COVID-19. Así, un número ingente de desplazados, enfrentados a la miseria en los países en los que se habían precariamente asentado, se ven en la terrible situación de volver a sus lugares de origen en busca de condiciones mínimas de sobrevivencia.

Sin embargo, tanto la cúpula gobernante  como sus instituciones, lejos de acoger y apoyar a los venezolanos que retornan, llevan cabo un proceso lingüístico-discursivo de estigmatización que acarrea la discriminación y el rechazo (verbal y físico) de los desplazados, despojados de manera arbitraria y premeditada de su condición de ciudadanos,  al limitárseles el derecho de volver al país y de reinsertarse en él.  Dicho discurso estigmatizante que  pareciera ser parte de una política desde el Estado, se  acompaña de múltiples trabas, requisitos y largos tiempos de espera para cruzar la frontera  y retornar al sitio de origen.

Este estudio procura mostrar y explicar, desde una perspectiva lingüístico-discursiva, los recursos léxico semánticos y de construcción de imagen que se emplean en los textos oficiales para favorecer la estigmatización y el consecuente rechazo social a los migrantes retornados. El trabajo se enmarca en el análisis crítico del discurso, un campo interdisciplinario de descripción e interpretación, en el que se busca vincular las estructuras de la lengua  y las estrategias del discurso con los aspectos amplios del contexto de su enunciación y con el proceso sociopolítico subyacente.

Esta  perspectiva de análisis  busca  comprender los numerosos y heterogéneos conflictos producidos y reproducidos a través de la interacción cotidiana, sustentada entre los representantes del poder y los ciudadanos. Es desde este punto de vista  que el estudio crítico del discurso, además de una teoría y un método de análisis, es un eficaz medio para lograr que las personas tengan una mayor conciencia sobre la manipulación, el control social y el abuso que pueden ejercer aquellos que detentan el poder (cualquiera que sea la naturaleza de este).[1] 

II.  El contexto: el proceso sociopolítico de la migración   

La realidad de un país políticamente dividido y económicamente empobrecido  ha llevado, desde los primeros años de este siglo, a importantes desplazamientos  poblacionales. Como sabemos, la migración se inició de manera temprana e incipiente con el ascenso de Hugo Chávez a la presidencia de la república (1999) y el consecuente cambio del sistema de gobierno. Se mantuvo de forma creciente y sostenida hasta febrero de 2020 cuando, debido a la pandemia por el nuevo coronavirus, numerosos grupos de venezolanos  que se habían radicado principalmente en el sur del continente americano se vieron en la necesidad de regresar a Venezuela de forma masiva y por distintas vías, incluido el tránsito a pie, a través de las fronteras, tanto por los pasos oficialmente establecidos como por caminos improvisados o “trochas”. En este último caso, bajo la asistencia de los llamados “trocheros”, mercaderes de la necesidad, devenidos en gestores del tránsito de connacionales impedidos de retornar por las vías oficiales. De esta manera se ha dado lugar no solo a una  realidad migratoria inédita, que contraviene los derechos humanos  elementales, sino que también se incumple la propia Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, la cual en su Art. 50 garantiza el derecho de los ciudadanos a ausentarse de la República y volver a ella[2].

Venezuela no ha sido un país de tradición emigratoria. En nuestra historia solo en los períodos más arduos de la guerra de independencia se produjeron desplazamientos masivos de población con finalidad humanitaria. Por el contrario, durante el siglo XX, Venezuela acogió generosamente a miles de personas en busca de refugio, paz y trabajo.  En la última década, sin embargo, estamos asistiendo a una doble crisis migratoria, de gran complejidad e inmensas proporciones que se expresa de la siguiente manera:

Por una parte, se ha producido la salida de más cinco millones de ciudadanos en busca de mejores condiciones de vida[3]. Esta enorme migración se ubicó en  diferentes destinos, con mayor peso en los países vecinos: Colombia; Ecuador y Perú. Asimismo, se han dado  numerosos desplazamientos hacia Argentina Chile, Uruguay, Panamá y España, entre otros.  En dichos países de acogida  no todos los migrantes consiguieron  estabilidad  laboral e inserción social y muchos de ellos se han limitado a ejercer trabajos informales o a tiempo parcial  que no permitieron su total arraigo en los nuevos destinos.

Más recientemente, como consecuencia del avance de la pandemia del COVID-19 y sus nefastas secuelas económicas, laborales y sanitarias en todo el subcontinente americano,  una parte importante de esta migración se ha visto en el imperativo de volver a Venezuela en condiciones de mucha mayor precariedad que aquellas en que se fueron.  Así, el retorno, en breve plazo, de varios miles de connacionales, en muchos casos en situaciones de indigencia y enfermedad, ha derivado un escenario de emergencia humanitaria de extrema complejidad y difícil solución. En tal sentido, a juicio de la ACNUR este desplazamiento poblacional masivo tan complejo “representa el mayor éxodo en la historia reciente de la región  y  una de los mayores  crisis de desplazados en el mundo”[4]

Algunas cifras que muestran el fenómeno antes descrito nos dicen que para 2017 el 8,3% de la población había salido del país (Arellano 2019). En el 2019, la ONU estimó que más de cinco millones de venezolanos estaba fuera del país y el número hubiera seguido subiendo hasta más de ocho millones de no haber surgido el nuevo coronavirus. Por su parte, ACNUR sostiene que Venezuela se ubica después de Siria en número de migrantes en el mundo, y superó los cinco millones en mayo 2020[5]. El Informe Movilidad Humana Venezolana (Bermúdez et al 2018)[6] indica, entre otros aspectos, que el 73,6% de los migrantes son adultos jóvenes entre 20 y 39 años; 59,2% de ellos tienen estudios universitarios[7]. Estas cifras, más allá de indicar las proporciones del citado desplazamiento, nos muestran tanto la importante emigración de las generaciones de relevo, como la fuga de los profesionales formados con recursos públicos que posiblemente no aportarán a su futuro desarrollo.

En este proceso, el país con mayor recepción de venezolanos ha sido Colombia, por ser vecino a  lo largo de una muy amplia y activa frontera, y también por compartir historia y tradiciones.  La frontera colombo-venezolana solía ser muy permeable, en el sentido de que los ciudadanos del Estado Táchira en Venezuela y los de l  Norte de Santander en Colombia pasaban diariamente de un lado al otro en sus tareas cotidianas de estudio, comercio, atención médica y relaciones familiares. En el tiempo reciente, desde Colombia los migrantes venezolanos pudieron acceder por diferentes medios al resto del continente  y   asentarse en  distintas regiones. Igualmente ha sucedido con la frontera sur con Brasil.[8] Sin embargo, como consecuencia de los cambios económicos y políticos en Venezuela y de extensión de la pandemia del COVID-19, esta tradicional e histórica movilidad entre vecinos se ha visto severamente afectada y ha repercutido negativamente en los países involucrados.  

La pandemia y el retorno de los migrantes

Un número importante de los migrantes se han visto en la necesidad de regresar al país del mismo modo como salieron de él: caminando.[9] Este viaje de vuelta en condiciones de emergencia y gran precariedad acarrea, para quienes lo  llevan a cabo, el fracaso personal, enfrentar la amenaza de la enfermedad, la inseguridad del camino y el aislamiento sanitario impuestos por el gobierno venezolano.  Para los estados involucrados, este tránsito migratorio constituye un colapso en los servicios de las fronteras, altas tasas de inseguridad y el peligro de la extensión del contagio en sus territorios. De esta manera, con el retorno forzado y multitudinario de los desplazados,  las fronteras de Venezuela,  Colombia y  Brasil  se han convertido en el escenario para una inédita crisis humanitaria que amenaza con  agudizarse.

Por otra parte, la dificultad de regresar al país por la falta de recursos personales o públicos, el cierre oficial de las fronteras y la casi inexistencia de vuelos humanitarios de retorno, han hecho que los venezolanos se hayan visto en la necesidad de regresar caminando, por caminos precarios e improvisados: las “trochas”.  Estas vías no autorizadas, usadas desde mucho tiempo atrás para transportar entre los países vecinos comidas, medicinas y  mercancías  evitando los controles de aduana, migración y sanidad, son también espacio para el contrabando y la criminalidad.

A su regreso, lejos de ser acogidos con generosidad, los migrantes se encuentran con el rechazo  y numerosos impedimentos por parte del gobierno (regional y nacional). De tal manera, les imponen toda suerte de controles,  requisitos y esperas antes de volver  a sus sitios de origen. Se les ha acusado de ser los causantes de la llegada y extensión de la epidemia del COVID-19 en el país, al señalar que evaden los controles sanitarios y no guardan la obligatoria cuarentena[10].

Nicolás Maduro, en varios mensajes ha señalado a los nuevos desplazados —que ha denominado “trocheros”, ”armas biológicas”, “bioterroristas”— no solo haciéndolos responsables del aumento de la enfermedad, sino que incluso ha dado a entender que se trata de una acción consciente y provocada por agentes externos con fines desestabilizadores. Es evidente que tales afirmaciones dichas desde el poder no solo deterioran más el álgido clima político y social del país, sino que también son contrarias al ejercicio democrático, el cumplimiento del ordenamiento jurídico venezolano y los más elementeles derechos ciudadanos. También se han hecho repetidas denuncias de maltrato verbal y hasta físico a las personas que se encuentran cumpliendo cuarentena, por parte de funcionarios,  quienes les recuerdan su condición de retornados con expresiones despectivas. Tales expresiones de desprecio están en sintonía con declaraciones de autoridades gubernamentales que calificaron a los retornados como un “karma” y como “golpistas camuflados”, llegando a afirmar que no debía brindárseles apoyo a través de los programas sociales que les corresponderían, según la bienvenida de brazos abiertos anunciada por Maduro en septiembre de 2018 a través Jorge Rodríguez, Ministro de Comunicación e Información[11] (cf. Centro de Derechos Humanos de la UCAB 2020).  

El rechazo a los connacionales se ha acentuado, así de una primera etapa de estigmatización y una segunda de criminalización, el 17 de julio de 2020 se pasó a una nueva fase: la militarización en respuesta al retorno de venezolanos. El ministro del interior aseguró: “Hemos declarado la guerra a los trocheros”, agregando que cualquier persona que pretenda ingresar por una trocha sería procesada por la ley contra el terrorismo y la delincuencia organizada, con penas de entre 8 y 12 años de prisión (CDH UCAB 2020).

Ante una situación como la planteada, lógicamente, ha habido respuesta y reclamos por parte de  las instituciones no alineadas con el poder, la prensa no oficial y algunos organismos internacionales.[12]  Cabe destacar como ejemplos las siguientes:

– La Subcomisión de Asuntos Fronterizos de la Asamblea Nacional (17-7-2020) rechazó  las acusaciones del régimen de Maduro contra los venezolanos retornados. Cuestionó que el régimen trate a los venezolanos como “armas biológicas” o “bioterroristas”, pues son expresiones de odio.[13] Señala además, que los retornados son tratados en condiciones inhumanas, que los convierten en mayores focos de contagio. Igualmente, destaca la presencia de grupos irregulares en los puntos fronterizos y las violaciones a los DDHH de los retornados. [14]

– La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) rechazó la militarización de las fronteras,  los discursos estigmatizantes y la criminalización de retorno de los venezolanos por la pandemia COVID 19. Estas medidas, de acuerdo con sus señalamientos, tienden a promover la discriminación y agravar la vulnerabilidad de las personas desplazadas. El Centro de Derechos Humanos de la Universidad Católica Andrés Bello (2020) ha alertado en un detallado informe titulado “El espejismo del retorno” sobre el reflujo de los migrantes que intentan retornar a Venezuela como consecuencia de las condiciones críticas con las que se encuentran en su país. Asimismo lo han hecho la Unión Europea.[15]

Los testimonios anteriores, entre otros muchos, dan cuenta no solo de la crítica situación migratoria y sanitaria que atraviesa Venezuela, sino también de la utilización  político-discursiva  de la lengua para modelar y propiciar creencias  y conductas que legitiman la acción oficial y favorecen en los diferentes grupos nacionales la intolerancia, el rechazo y hasta la violencia hacia los retornados.

II. El discurso: modelar la lengua desde el poder

Hoy más que nunca las sociedades y sus instituciones están fuertemente modeladas por el discurso de los dirigentes.[16] La palabra desde el poder ha potenciado su capacidad de transformar e imponer conductas y condicionamientos  sociales al amparo de las nuevas tecnologías de la comunicación, el uso de los medios de información y las denominadas redes sociales. Igualmente, la inmediatez en la recepción del mensaje, la amplitud de su difusión, la diversidad de plataformas digitales que lo sustentan y la variedad de los formatos disponibles han acrecentado el poder del discurso sobre los ciudadanos y su entorno, al extremo que  pueden  modelar, limitar o conculcar  las libertades y condiciones de vida. Ante el panorama esbozado, no hay que olvidar que las representaciones ideológicas y las realidades político-sociales pueden construirse y transformarse a través de la palabra, especialmente a partir de aquellas que profieren los líderes o los grupos que detentan el poder político y/o mediático (Fairclough 2001). 

En Venezuela, particularmente, como consecuencia de las transformaciones profundas que han tenido lugar en el contexto político y social durante los últimos veinte años, el discurso de los lideres tiene tan importante influencia que ha contribuido, entre otros aspectos, a fenómenos como  la polarización política, la abstención electoral, el descredito de personas e instituciones, desencuentros y reclamos con gobiernos vecinos y, en el día a día, indeseables situaciones de rechazo y discriminación entre los venezolanos.

Es importante acotar que en Venezuela solo una parte de la ciudadanía tiene conciencia de que muchas de las situaciones conflictivas que ocurren cotidianamente, no solo se hacen del conocimiento público por medio de la palabra de los principales actores políticos y de los comunicados oficiales, sino que en numerosos casos se derivan, se desarrollan y hasta se modifican a partir de sus textos, pero también  mediante el manejo parcializado de algunos medios vinculados a esos mismos sectores. En un panorama como el planteado, el estudio del discurso en sus variados formatos, el análisis lingüístico-retórico y  la difusión de tal tipo de investigaciones adquieren una enorme importancia, no solo para la comprensión de la realidad sino para reconstruirla  con base en la experiencia prexistente.

En el contexto nacional actual, la interacción político-discursiva se presenta como una relación seudo-dialógica, continuada, polémica y, en muchos casos, altamente confrontativa. Se trata de una interacción compleja en la que alternan, por una parte, los gobernantes, los dirigentes oficialistas y los diversos sectores que los apoyan; por la otra, los líderes del variado mosaico que constituye la oposición y sus seguidores, sin dejar de lado el conjunto de los venezolanos políticamente “no-comprometidos” y el papel  determinante que juegan los medios de comunicación.  

III. Metodología

Como señalamos antes, ha sido nuestro interés el estudio del tratamiento  discursivo que desde el poder se le ha dado a la figura del migrante retornado  venezolano, así como a las políticas y prácticas socio-humanitarias que se asocian a  tal praxis textual. En este sentido, hemos seleccionado para el análisis cinco  alocuciones  públicas de Nicolás Maduro,  en las cuales este actor político expresa su concepción, y por ende la de su gobierno, sobre un tema que ha sido motivo de  álgida polémica  nacional e internacional y de amplia cobertura mediática. Éstas tienen lugar entre el 20 de mayo y el 19 de julio del 2020.[17] Se trata de situaciones comunicativas oficiales y públicas, trasmitidas inicialmente en vivo por Venezolana de televisión (VTV), retrasmitidas por otras televisoras y reproducidas por numerosos medios de comunicación impresos y digitales, e, incluso, anclados en la plataforma YouTube.[18] En dichos discursos el gobernante explica al país la lucha sanitaria y la vigilancia social que para enfrentar la Pandemia del COVID-19 llevan a cabo los organismos públicos vinculados a estas áreas. Igualmente, Maduro hace consideraciones generales en relación con el desarrollo de la epidemia en el país, sobre los factores,  internos y externos que, a su juicio, la han favorecido, además de exponer las políticas y acciones institucionales  para la prevención  y  el combate de dicha enfermedad.    

En estas alocuciones, el gobierno está representado por Nicolás Maduro como mandatario y por los funcionarios que lo acompañan en su gestión de gobierno. El actor, la voz  principal y responsable, es Maduro. Sus acompañantes en las interacciones que estudiamos comparten responsabilidades de gobierno y ejercen la vocería en algunas oportunidades.[19] Ellos respaldan activa e ideológicamente al  régimen y con su presencia lo hacen patente. 

En estas oportunidades, Maduro le  habla al gobierno, a la Fuerza Armada Nacional, a los médicos, a la comunidad científica, a todo el país, y al pueblo, en voz de alerta para informar sobre las medidas sanitarias que se toman en las fronteras en vista del desbordamiento de la epidemia en Brasil y Colombia. Se dirige también a los  ciudadanos no responsables cuyas vidas dependen del mensaje que se difunde en ese momento:  a un grupo los felicita por su buen comportamiento, a otro lo sataniza y los acusa de extender el contagio. Asimismo, se dirige a destinatarios indirectos, comprendidos por el amplio auditorio internacional y a los variados medios de comunicación que desde distintos lugares del mundo cubren la información sobre Venezuela.  Entre otros, se refiere explícitamente al presidente de Colombia, Iván Duque, y lo acusa de propagar voluntariamente el coronavirus en Venezuela. Igualmente, se dirige a los venezolanos en el exterior y a los receptores extranjeros, sobre todo los de los países que nombra, Colombia, Ecuador y Chile y a sus gobiernos, al denunciar  las malas condiciones en las que han vivido los migrantes.

En estas alocuciones nos interesa mostrar:

1. la presentación y el análisis de la imagen que Maduro construye de sí mismo y de su gobierno,  su valoración sobre los venezolanos retornados por vías terrestres, así como sus afirmaciones y cuestionamientos  sobre los gobernantes e instituciones de los países vecinos que, por razones diversas, se han relacionado con las migraciones durante la pandemia.

2. el análisis de las construcciones léxico semánticas más destacadas es decir, el empleo de voces vinculadas a  los campos semánticos de la migración y de la guerra.  Concedemos especial importancia al componente léxico-semántico que, como sabemos, constituye el más permeable y cambiante de una lengua, pero también se relaciona con los aspectos más vinculados con la cognición y la trasmisión del mensaje. En el léxico que utilizan los actores políticos se pone de manifiesto, más que en cualquier otro nivel de la lengua, su visión del mundo y la ideología en que se apoyan. Pero también es cierto que son precisamente las estrategias léxico-semánticas las que les permiten a estos hablantes disimular, encubrir o cambiar la realidad, en atención a sus intereses. De esta manera, léxico e ideología se encuentran estrechamente conectados en el discurso político, ambos planos se influyen recíprocamente y de manera constante.

IV. La imagen     

En la comunicación política el hablante elabora discursivamente imágenes de sí mismo y del otro.  Goffman (1967) opina que los hablantes representan una «línea» o «patrón de actos verbales y no verbales», creado y mantenido tanto por el actor como por la audiencia. Esa sería la imagen de una persona. La imagen se construye discursivamente en un proceso que se ha llamado “trabajo de imagen” (facework). En cuanto a la imagen  grupal, Fortier (2012) extiende la concepción psicoanalítica del concepto de imaginario para aplicarlo a los migrantes en referencia  a lo emocional, a miedos y deseos que organizan un repertorio particular de fantasías, con un trasfondo de  asociaciones específicas. De esta manera, el imaginario de la migración comprende  las fronteras nacionales, la cultura y la identidad de ciudadanía y su relación con los demás. En la migración internacional este imaginario se estructura en una relación ambivalente entre deseos y ansiedades. Por parte de los que se van puede haber  deseos de enriquecimiento, integración y cosmopolitismo;  por parte de los nacionales de los países receptores, puede suscitarse inquietudes de invasión o  pérdida (de recursos, caos, tensiones sociales y falta de planificación), que a su vez producen deseos de asegurar la fronteras, la identidad nacional y la integridad cultural . En este contexto, según Fortier  (2012) el “migrante”  es alguien que amenaza los valores nucleares de un país, o un estado,

En el caso venezolano, el gobierno procura modelar o cambiar las representaciones sociales y las conductas políticas de sus seguidores pero también la de sus oponentes.  Se trata de un  mundo binario constituido por los que están del lado de los que defienden la verdad y, por otro, de quienes se oponen a ella. En este imaginario el gobierno está del lado de la bondad, del amor, de la moral, del pueblo. Los otros pasan de ser adversarios a ser enemigos.

En lo que sigue mostramos, en las cinco alocuciones indicadas, cómo desde el poder y haciendo uso de sus medios, Nicolás Maduro elabora:  i. la imagen suya  y  la de su gobierno; ii. la imagen de los connacionales retornados y, finalmente, a iii. la imagen del enemigo interno y externo.

a. La imagen propia: Nicolás Maduro, su gobierno

La imagen de sí mismo y de su gobierno que Maduro nos brinda busca convencer a su auditorio de sus logros pero también de los ataques que  continuamente afirma enfrentar. Se nos presenta como un gobernante preocupado, con alta capacidad de mando y audaz en sus afirmaciones, pero también informado de todos los detalles de lo que acontece dentro y fuera de las fronteras venezolanas.

Fíjense, de los sesentisiete casos extranjeros, importados, de venezolanos que… llegaron de Colombia o de Brasil y se les hizo la prueba apenas cruzaron la raya, cruzaron la frontera. Todos estos casos están bajo control epidemiológico y médico en la frontera y ahí se van a quedar catorce días. ¿Qué es duro y difícil la situación? ¡Más duro es que contaminen el país! ¡Que entren y contaminen toda Venezuela! (V1).

Al hacerse acompañar por algunos de sus colaboradores o al interpelarlos repetidamente busca mostrarse como el jefe de un equipo, que funciona eficientemente y que responde con rapidez a los problemas del país.  Así en  casi todas sus alocuciones interroga e involucra a algunos de sus funcionarios sobre variados tópicos,  que van desde  importantes temas de gobierno hasta  aquellos relacionados con vida familiar. Con este recurso busca dar la impresión de ser un mandatario democrático que consulta, que se deja asesorar y comparte sus responsabilidades en la toma de decisiones. En este sentido es habitual que haga preguntas al auditorio directo e inmediato y que estos receptores, a su vez, le den información que le  ayude a sustentar o reforzar las  sus afirmaciones.

Y el domingo me anunciaron, mire,  hay este caso, este caso, este caso. El caso que más me llamó la atención fue  en una parroquia  de Caracas, en El Paraíso ¡Diez trocheros en un apartamento! Se llegó al apartamento. Le llegaron. Pregúntale a Delcy por ahí qué pasó con los exámenes PCR de los tocheros del Paraíso,  Cilia, por favor. (V3)

En el segmento anterior se acentúa el esfuerzo del mandatario por mostrar espontaneidad, cercanía y coloquialidad en su discurso. En ese sentido, manda (a un tercero) a preguntarle a Delcy Rodríguez, que es nada menos que la vicepresidenta, sobre un caso relacionado con “los trocheros”. Seguidamente, nos informa que esta tarea se la solicita a  Cilia Flores, su esposa. Esta mezcla  de  un registro coloquial con la interpelación directa sin marcas de cortesía pareciera buscar identificación y cercanía con sus receptores.

Otra faceta  que Maduro procura dejar ver en las alocuciones estudiadas  es el talante responsable y generoso de sí mismo y de su gobierno. El amor por el pueblo prevalece a extremos de sacrificio, al  dar una inmensa batalla.  De forma contraria, relaciona a sus adversarios con delincuentes organizados, y los responsabiliza con un plan macabro para desestabilizar al país e infectar con el  COVID-19 a la población más vulnerable. Llama la atención en los textos que siguen, los recursos de dramatización e hipérbole. Igualmente, el empleo de metáforas bélicas que contrastan con las expresiones de afectividad positiva.

Ahorita estamos dando una inmensa batalla por la salud del pueblo, por… contra el coronavirus. Hay que dar la batalla incrementada…ministro Reverol… contra los trocheros y las trocheras. Contra los delincuentes que organizan las redes de trocheros, para traer trocheros que contaminen a nuestro país! Y para ir a donde tenemos la información que hay gente que llegó por las trochas, a hacerle sus exámenes, a proteger a sus familias a proteger a la comunidad. (V4)

En el texto que sigue (V5), además de enfatizar en la responsabilidad y solidaridad de su gobierno, Maduro descalifica a los países vecinos y los  acusa de no haberle dado trato humanitario, ni garantías sociales a los migrantes. Argumenta a través del contraste, al oponer la atención amorosa, cristiana, humana, solidaria… que ofrece Venezuela a sus retornados, a diferencia de la indefensión que padecieron en otros lugares. En su discurso recurre a la victimización, no solo al  dar cuenta de los inmensos esfuerzos realizados para atender a miles [de desplazados] sin la ayuda de nadie en el mundo, sino también cuando afirma, sin señalar responsables, que al país le roban los recursos en el mundo.

Nosotros, a esos 71.000 venezolanos que han entrado legalmente, le hemos dado todas las garantías que no tenían en sus países de origen.[20](sic) Ni en Colombia, ni en Ecuador, ni en Perú, ni en Chile, ni en Brasil. Todas las garantías sociales, desde su llegada. Atención amorosa, cristiana, humana, solidaria. Le hemos dado al que no tenía nada. Primero salud, atención, morada, cama, alimento, amor. ¡Miles! Hay que ver lo que es atender a miles sin la ayuda de nadie en el mundo, mientras nos roban los recursos en el mundo. (V5).

b. La imagen del otro

El otro, en estas alocuciones, es un imaginario complejo que, básicamente, se opone a su gobierno. Está formado en primer lugar por los venezolanos que huyeron de su patria y que ahora se devuelven arrepentidos. Son los retornados, esos que el gobierno, al incurrir en un desconocimiento del léxico, califica como “trocheros”. Además está la cúpula de la Iglesia católica venezolana, que, a juicio del mandatario, forma parte de la oposición. Asimismo, integran también este conglomerado de adversarios, y en ocasiones de enemigos, los gobiernos que han alojado a los migrantes venezolanos y, especialmente, el de Colombia.

Los retornados

De manera contraria al discurso sobre  la generosidad y la responsabilidad del gobierno por los migrantes, anteriormente evidenciado;  nos encontramos en estos mismos textos con la satanización de los retornados, calificados en forma despectiva y humillante. Estos venezolanos que regresan se presentan como los causantes de la epidemia del coronavirus en el país; se les cataloga a priori como casos importados, sin saber si portan efectivamente  la enfermedad. El mandatario llega al extremo de afirmar que si no fuera por ellos “Venezuela tuviera totalmente controlado  [el contagio] y sin ningún brote”.  Se evidencia en  el texto que sigue, la recurrente estrategia de la victimización  

¿Ven? No hay ningún país en el mundo que tenga el problema de los trocheros. Ningún país del mundo. Si no fuera por los trocheros, Venezuela tuviera totalmente controlado y sin ningún brote (Sic), hoy por hoy. Y estuviéramos disfrutando de la flexibilización total de la vida laboral, social, ¡hasta hubiera pensado como venía pensando, regresar a clases de los muchachos! Si no fuera por los trocheros, por los casos importados. (V2)

Como se pone de manifiesto en el segmento que sigue (V3), Maduro acusa y enfatiza en la responsabilidad de los retornados. Emplea la hipérbole y la repetición y no aporta argumentos para sustentar su categórica afirmación: Yo estoy claro que el factor fundamental han sido los trocheros. ¡Impresionante pues, impresionante” (V3).

En el esfuerzo de difundir una imagen negativa de los retornados, Maduro ironiza y banaliza sus conductas. Nos solo se los presenta como irresponsables e inconscientes sino que, también, con estos juicios de valor se pone en contraste la responsabilidad del gobierno frente a las conductas relajadas de aquellos desplazados que tendrían que acatar la cuarentena: Otro caso, en Caracas, las rumbas, las fiestas. Se han detectado. Se han detectado las fiestas, las rumbas, aquí, allá, la gente se relaja. (V5)

En el segmento que sigue (V3) destaca el uso del tuteo  y la extrema coloquialidad  por parte Maduro hacia sus destinatarios. Con este recurso que afecta el registro formal del texto[21], lejos de lograrse un acercamiento con los retornados, se constituye en una forma de acusación y rechazo: “¡Pero tú prefieres pasar por la trocha ilegalmente y después contaminar…!”  También se repiten aquí  la expresión de un juicio condenatorio sin aportar fundamentos y la generalización como estrategias para construir una imagen negativa del otro.

Porque [tú] sabes que si pasas por el paso fronterizo, al llegar vas a tener todo el apoyo, toda la protección, a tu salud, a tu vida social  y transporte gratis… ¡Pero tú prefieres pasar por la trocha ilegalmente y después contaminar, como has contaminado todo un país. De verdad, es indignante que haya personas que no valoran su propio país, y que vengan del exterior y ya no valoren su país (V3)

En el texto que sigue, Maduro recurre a la verdad sin sustento. Quien habla, con base en su poder, reivindica la razón solo para su grupo y para sus planteamientos. Se insiste, una vez más, en la equivocación y la culpabilidad de quienes retornan por las trochas, acusándolos hiperbólicamente de contaminar ciudades enteras. La anterior afirmación contrasta con el  mensaje oficial sobre el manejo apropiado y responsable de las políticas sanitarias.

¿Ah? ¡Vamos a decir la verdad! ¡Vamos a salir a defender la verdad de Venezuela! Ante esta crítica injusta. ¿Qué hemos dicho nosotros? ¿Qué dice el pueblo de Venezuela? Que por el paso ilegal de más de 30.000 connacionales por las trochas ilegales, las trochas controladas por los paramilitares, por los narcotraficantes, y por el gobierno de Colombia, se han pasado miles de connacionales enfermos, sin control. Hemos llamado eso a los trocheros. ¡Y los trocheros han contaminado ciudades enteras! Entre ellas Caracas, Miranda, Aragua, Carabobo, estados y ciudades. ¿Qué hemos dicho? ¡Trochero, trochera, ponte al día, ponte a la orden! Más de ochocientos trocheros han sido localizados por sus propias comunidades, más de ochocientos. Nosotros calculamos que entre tres mil a cuatro mil entraron enfermos. Se le han hecho los exámenes, para seguridad de ella, de él y de su familia. De eso se trata (V5).

Con la construcción de un retornado distinto, inferior, irresponsable, que no valora a su país, se modela a la vez un imaginario social.  En el caso particular venezolano, la migración no constituye una relación entre nacionalidades diferentes, sino entre grupos diversos que refieren a lo socioeconómico, a su posición ideológica y, ahora,  a su estado de salud. Los  retornados son, para el gobierno, gente que regresa empobrecida, con valores culturales modificados —no valoran a su país–, y son contrarios al régimen. En definitiva, representan un peligro y tienen un estigma: están contaminados, y son contaminantes.

La Iglesia católica venezolana

Asimismo, hay que dedicarle unas palabras a la imagen que, en relación con la pandemia, Maduro construye de la Iglesia católica venezolana. La primera es dividirla de acuerdo con criterios políticos. Separa así, la alta jerarquía y otros curas que el mandatario considera opositores a su gobierno, de los sacerdotes revolucionarios, como el padre Numa Molina, afecto a  su causa.[22]  A  este religioso que lo ha apoyado públicamente a través de las redes sociales, Maduro lo  defiende de las críticas de que fue objeto, no solo  por parte la oposición sino de sus compañeros de Iglesia. En el contradictorio texto que sigue, el mandatario reprueba la injusta postura de la Iglesia y  la acusa de sabotear al gobierno al no ponerse a la orden y salir a apoyar a los migrantes.

La Iglesia entonces o, mejor dicho, la Iglesia no, algunos de los curas que han salido a criticar al padre Numa, y que han salido a criticar al gobierno revolucionario. ¡Deberían ponerse a la orden, estrechar nuestras manos como cristianos y salir a apoyar a esos migrantes! ¡Salir a apoyar a esos trocheros! ¡Salir a apoyar al pueblo en su salud! ¡Atajo la crítica injusta! ¡Respondo la crítica injusta y defiendo la verdad de Venezuela! Por encima de cualquier circunstancia. Esa es la verdad (V5)

En esta misma alocución, Maduro da unas palabras de disculpa al país, en nombre del padre Numa Molina, al tiempo que afirmaba que la critica que recibió el sacerdote fue injusta. Por tanto no se evidencia la sinceridad de tal acción.  Destaca, también, en este segmento que ahora hace una diferencia entre trocheros ilegales y los que no los son. El mandatario pareciera desconocer que la actividad  de este grupo es siempre irregular.

Ha tratado de levantarse una crítica que yo considero injusta, de que supuestamente nosotros hemos malhablado de los migrantes, los hemos maltratado. Dicen algunos curas de la alta curia católica porque el padre Numa utilizó algunas expresiones sobre esta situación, sobre los trocheros ilegales. … (V5)

Los gobiernos receptores de migrantes y el plan de Iván Duque

Otro aspecto destacado en las alocuciones que analizamos son las severas críticas que Maduro lanza a los países en los cuales se refugiaron los migrantes venezolanos y  la forma  en que sus gobiernos han desatendido y criminalizado a los desplazados. En efecto, Maduro denuncia airadamente la forma como han sido maltratados los venezolanos en el exterior. En esta oportunidad utiliza el recurso de  la generalización, tanto en relación con todo el grupo de los migrantes como con los gobiernos vecinos. Señala que “fueron tratados como esclavos” y acusa a los desplazados de no “valorar el país en qué nacieron a pesar de que pasaron roncha, persecución, discriminación, trabajo esclavo.”  (V3). Estas afirmaciones acentúan la imagen negativa y denigran de ciudadanos en condiciones de indefensión.

De verdad, es indignante que haya personas que no valoran su propio país, y que vengan del exterior y ya no valoren su país a pesar de que pasaron roncha, persecución, discriminación, trabajo esclavo en Colombia,  en Ecuador,  en Chile,  Fueron tratados como esclavos ¡Lo saben! ¡Lo saben!¡Ustedes lo saben!  

Dicha estrategia de responsabilizar al otro llega al  extremo de afirmar que  existe un plan del gobierno de Colombia para contaminar al país.

¡Ah no! pero con los paramilitares,  los narcotraficantes, y el plan de Iván Duque por detrás, de pasar por todas las vías ilegales la mayor cantidad de connacionales para que contaminaran Venezuela. Todo eso yo lo he evaluado en detalle… permanentemente. (V3)

El plan desestabilizador de Iván Duque de pasar por todas las vías ilegales la mayor cantidad de connacionales para que contaminar a Venezuela , apoyado en  los “trocheros”  se denuncia en casi todas las alocuciones[23], sin embargo no se presentan pruebas de tan grave acusación. Destaca en (V3) la confusión que expresa Maduro al confundir al actual presidente de Colombia con un  exmandatario de ese país.

Y en junio empezó la flexibilización. Yo estuve denunciando el tema de los trocheros y del plan de Alva… (sic) de Iván Duque de infectar a los venezolanos que estaban viniendo a Venezuela para infectar a Venezuela. En mayo ya lo denuncié. En junio ya empezó ese plan de los trocheros. Estamos tratando de detener el plan de los trocheros. (V3)

En el texto siguiente (V5) se repite la estrategia de deslegitimación del otro. Se criminaliza no solo al retornado, tildándolo de ilegal; sino que también se afirma que el paso de la frontera está en manos de grupos al margen de la ley, unidos al gobierno de Colombia.

Que por el paso ilegal de más de 30.000 connacionales por las trochas ilegales, las trochas controladas por los paramilitares, por los narcotraficantes, y por el gobierno de Colombia, se han pasado miles de connacionales enfermos, sin control. […]  Si ese plan para infectar a Venezuela a través de trocheros está haciendo daño, tenemos que decirle a nuestro pueblo ¡cuidado, mosca, alerta, todo el mundo mosca! Y seguir avanzando. Valga el comentario, valga el comentario.  (V5).

c. El estigma

El estigma depende principalmente de los atributos que otros perciben como diferentes, indeseables o raros. Marca social y negativamente a quienes tienen estos atributos y los distingue de aquellos a los que consideramos nuestros semejantes y evaluamos como “normales” (Goffman 1998).[24] Este autor se interesa por la situación del individuo que se siente inhabilitado para lograr una aceptación social plena en el seno de su comunidad. Cada sociedad “establece los medios para categorizar a las personas y el complemento de atributos que se perciben como corrientes y naturales” (p.11). La relación entre categoría y atributos conforman lo que el autor llama identidad social real y  hay  atributos que convierten a alguien en un ser diferente de los demás. Aunque los atributos sean individuales y, por lo tanto, psicológicos, su alcance es inconfundiblemente social, ya que todo estigma se convalida en la interacción.

(…) dejamos de verlo como una persona total y corriente para reducirlo a un ser inficionado y menospreciado. Un atributo de esa naturaleza es un estigma, en especial cuando él produce en los demás, a modo de efecto, un descrédito amplio; a veces recibe también el nombre de defecto, falla o desventaja (Goffman 1998, 12).

Según la periodista Ibis León, el gobierno alienta el estigma contra los venezolanos retornados.[25] El estigma divide a los venezolanos. Patriotas son los que se quedaron, no los que se fueron; quienes retornan están enfermos y contaminan a los sanos que se mantuvieron en el país. De esta manera, el “otro” puede percibirse como un extraño o extranjero, alguien que resulta abiertamente  diferente, hasta contrario y pernicioso. Puede llegar para desplazar, para usurpar, para restar oportunidades, para instalarse en un territorio que es considerado propio y que, además, puede tener otros hábitos y creencias, otras características étnicas, religiosas, políticas o sexistas, todo lo cual es condición para los sentimientos de xenofobia, de racismo, de sexismo, de segregación (López y AUTORA 2008). La intolerancia ha sido ampliamente estudiada en Venezuela (Álvarez y Chumaceiro 2009, 2012; Ascencio 2002, López y Álvarez 2002) y, en el caso que nos concierne, el discurso discriminatorio e intolerante del régimen chavista ha sido objeto de especial atención (Álvarez y Chumaceiro 2012, Chumaceiro 2010, Chumaceiro y Álvarez 2021, Bolívar 2001). 

En su alocución, Maduro se refiere a los retornados como a personas irresponsables que él denunció y que la población debe denunciar: “Lo denuncié a tiempo… en mayo ya lo denuncié.” Asímismo, conmina a los ciudadanos a que identifiquen a los retornados, a que incurran en delación, propiciando de esta manera el enfrentamiento entre venezolanos. En este sentido le solicita que le hagan llegar la dirección electrónica a la cual deben enviarse tales denuncias.  Además, afirma que dicha cuenta ya empezó a correr en las redes sociales y que debe difundirse ampliamente.

Aquí está la cuenta… fíjense, esto no se ha dado a conocer… ¿Jorge Rodríguez, Reverol, Delcy? Tú me pusiste trocheros con mayúsculas. Bueno…no pusieron aquí… la cuenta [email protected], trocheros dos mil veinte gmail punto com y ahí están procesando todas las denuncias sobre trocheros que entraron ilegalmente y que están contagiando masivamente en ciudades importantes del país…Eso es algo que todos debemos saber… Todos deben saber.  (V3)

La estigmatización del otro es un recurso recurrente cuando se busca dividir o enfrentar a la población. Se trata, en este caso, de descalificar a los retornados marcándolos peyorativamente  con una o varios de las siguientes condiciones: a) la pobreza, b) la enfermedad, c) el terrorismo, y d) la expatriación voluntaria.

a) Son pobres.[26] Maduro se refiere a los migrantes despectivamente; señala que han pasado “roncha”, alargando la última sílaba de manera enfática, para comunicar que han padecido malos tratos y carencias, al extremo de vivir formas de esclavitud; además,  hace ver que regresan más pobres de lo que se fueron:  Han sufrido persecución, discriminación, trabajo esclavo en Colombia… en Ecuador… en Chile… Fueron tratados como esclavos ¡Lo saben! ¡Lo saben!¡Ustedes lo saben! (V3).

b) Son enfermos: contaminados y contaminantes. Maduro sostiene que esos retornados elevaron de manera criminal los contagios, ellos han traído  el virus “colombiano”  que ha desestabilizado a Venezuela.  De esta manera pone la responsabilidad de los contagios, las muertes y los problemas sanitarios del país en la actuación irresponsable de los migrantes, aprovechada por el gobierno de Colombia. Yo estoy claro que el factor fundamental han sido los trocheros. ¡Impresionante pues, impresionante! (V3)

c) Son terroristas. Maduro se refiere a los retornados como “bioterroristas”  que  pueden acabar con las vidas ajenas, haciendo ver que, aparentemente, tal calificativo se originó en las redes sociales. En el video del 14 de julio que analizamos aquí dice, en el minuto 9.28:

Ajá, otro mensaje, aquí está el mensaje. Miren, dice: Si usted conoce a alguien en un sector, que entró por las trochas, infórmalo, sin que nadie se entere que fuiste (sic) tú. Esto lo crearon en las redes sociales, yo estoy leyéndolo. Esto lo crearon en las redes sociales. Envía un correo con nombre de la persona, escribe la dirección exacta, la calle, etc.etc. al correo [email protected]. Un trochero o una trochera infectado dice aquí, dice aquí, yo estoy leyendo lo que dice aquí es un bioterrorista en tu sector que puede acabar con tu vida y la de tu familia. Estos son iniciativas ciudadanas, de calle. ¡Correcto! (V3)

Con este mismo sentido de traer daño y muerte, se les presenta  como “armas biológicas”, seres  contaminados que  portan consigo un  virus “importado”. Del texto se implica, además,  que el contagio sería  consecuencia de una acción hostil de Colombia que ha abierto los caminos para traer la enfermedad: Nosotros tratamos de atender a los retornados […] pero el gobierno colombiano se puso a abrir trochas por todos lados para meter a gente que nos contagie a todo el país.[27]   Declaraciones como esta equiparan, sin aportar pruebas, la enfermedad con una acción planificada y criminal.

¿Qué hemos dicho nosotros? ¿Qué dice el pueblo de Venezuela? Que por el paso ilegal de más de 30.000 connacionales por las trochas ilegales, las trochas controladas por los paramilitares, por los narcotraficantes, y por el gobierno de Colombia, se han pasado miles de connacionales enfermos, sin control. Hemos llamado eso a los trocheros. ¡Y los trocheros han contaminado ciudades enteras! (V5)

d) Son apátridas. Los retornados se presentan como traidores a la patria pues se han expatriado por su voluntad, y  lejos de trabajar y sacrificarse por Venezuela  han huido de ella en busca de una vida fácil. Esa acción los diferencia quienes han permanecido, y los convierte un sector diferente digno de rechazo. En 2018 Maduro exhorta a los emigrados a regresar al país: Anuncia oficialmente el plan de vuelta a la patria para que los venezolanos dejen de lavar pocetas en el exterior y vengan a vivir la patria, a amar a Venezuela y a valorar a Venezuela[28]. En 2020, se rechaza al retornado y, al politizar  el regreso,  los  expatriados se convierten en extranjeros en su propia tierra. Más aún, se les culpabiliza y se los rechaza por no valoran a su país, De verdad… es indignante que haya personas que no valoren a su país.

V. Análisis léxico- semántico

En el caso de Venezuela todos hemos visto desarrollarse de manera abrumadora y efectiva  el modelaje[29] de la lengua desde el poder, tanto en los discursos de Hugo Chávez[30] y de Nicolás Maduro como de sus seguidores políticos; así: “escuálidos”, “majunches”, “cachorros del imperio”, “vende patria” “oligarcas”, “apátridas”, “pitiyanquis”, “golpistas” “armas biológicas”, “bioterroristas” y “trocheros” son algunas de las  expresiones más comunes que se han usado para acentuar la división social  y procurar que la lengua no refleje la realidad sino que la imponga desde la ideología del grupo dominante.  

En los textos estudiados llaman la atención los casos de ampliación semántica. Como: “Trocheros”: se aplica a todos los que entran al país por caminos improvisados; “bioterroristas” para denominar a todos los retornados, etc. Igualmente, destaca el empleo de un léxico popular y un registro marcadamente coloquial que parecieran no acordes con una alocución presidencial,  roncha, todo el mundo mosca, etc.

El empleo de un léxico descalificador se materializa también en los adjetivos empleados para referirse a los retornados, entre otros: “trocheros ilegales”, “grupos delincuentes”, “connacionales enfermos”, “sin control”, “bioterroristas” y “armas biológicas”. Todos ellos son producto de una  estrategia verbal  descalificadora  y abiertamente discriminante que los convierte en delincuentes y en agentes de guerra. Ambas trasmiten una carga de significado negativa que criminaliza y procura el rechazo social de las personas designadas, como es el caso del ejemplo siguiente, donde la palabra “trocheros”[31] refiere a los venezolanos que  regresan pasando a pie las fronteras por caminos improvisados o trochas (Álvarez y Chumaceiro 2020) [32], resemantizando el término para propiciar un  sentimiento de rechazo y presentar al migrante como delincuente:

Lo dijimos, bastante, bueno eso cundió. ¿Segunda situación de Caracas? y de otros lugares del país? La llegada de trocheros, ilegales, enviados de Colombia, muchos de ellos infectados, adrede, para que traigan la enfermedad a Venezuela. (V5).

Cabe notar asimismo el empleo del campo semántico de lo militar, que siempre ha estado presente en el discurso del chavismo para referirse a la revolución bolivariana, a las acciones del gobierno y hasta a algunas políticas públicas. Este campo se emplea ahora para calificar las medidas sanitarias y de orden público puestas en práctica para enfrentar la epidemia del covid-19. Dentro de una concepción militarista de la política, Maduro y sus voceros oficiales presentan “una inmensa batalla por la salud del pueblo”. Se habla de una “guerra”,  “batalla”,  “batalla incrementada contra los trocheros y las trocheras”.  

Ahorita estamos dando una inmensa batalla por la salud del pueblo (…) contra el coronavirus. Hay que dar la batalla incrementada…Ministro Reverol… contra los trocheros y las trocheras. Contra los delincuentes que organizan las redes de trocheros, para traer trocheros que contaminen a nuestro país! Y para ir a donde tenemos la información que hay gente que llegó por las trochas, a hacerle sus exámenes, a proteger a sus familias a proteger a la comunidad. ¡Guardia en alto! ¡Policía Nacional Bolivariana! ¡Policías Estadales! ¡Policías Municipales! ¡Guardia en alto! Guardia Nacional Bolivariana! ¡Todo el sistema de Seguridad! En los cuadrantes de paz. ¡Vamos por los trocheros! A ubicarlos, para cortar las cadenas de transmisión de la enfermedad de los que algunos pudieran traer. (V4) 

Es muy significativa la conminación de ¡vamos por los trocheros! Cabe preguntarse, este uso del plural a quiénes incluye. ¿A las fuerzas públicas o de defensa nacional o incluye también al venezolano común? Tal  llamado podría explicarse como una forma de procurar el miedo y la delación que pueden propiciar el rechazo y  la persecución de quienes regresan al país de manera no oficial. Igualmente, destaca la advertencia “¡guardia en alto!” como un llamado al control, así como la apelación reiterada a los cuerpos policiales, a la Guardia Nacional y a todo el sistema de seguridad del país para detener a los migrantes indefensos y hasta considerados portadores de una grave enfermedad.  

VI. Conclusiones

El regreso al país de numerosos migrantes venezolanos a través de sus fronteras terrestres con motivo de la epidemia del covid-19 ha suscitado una respuesta discursiva violenta y discriminadora por parte del gobierno de Nicolás Maduro. Como es sabido, cuando los actos de habla son ejecutados por una persona que está al frente de una institución, tienen mayor poder que cuando los profiere un ciudadano cualquiera. Los efectos de lo enunciado en una determinada circunstancia  son consecuencia de la enunciación. (Austin, 1962).

La acusación de Maduro a los retornados de contagiar irresponsablemente a sus familiares y compatriotas distingue a este grupo de los venezolanos que se han quedado en el país, o incluso de quienes entran “legalmente” por las vías controladas por el gobierno, ya sea terrestres o aéreas. A los retornados se les ha estigmatizado tildándolos de “trocheros” y “bioterroristas”, lo cual no solo genera un estigma que los separa como grupo de los demás venezolanos, sino que también los criminaliza al responsabilizarlos de la extensión “adrede” de los contagios. Se divide a la población con la construcción de imaginario social.  Se trata de venezolanos diferentes. Son contaminados y contaminantes,   irresponsables, y no valoran a su país.

En este trabajo hemos mostrado como Nicolás Maduro, al hacer uso de recursos discursivos y léxico-semánticos elabora una imagen favorable de sí y de su gobierno; al mismo tiempo que construye una imagen descalificadora y estigmatizada  de los retornados.  De igual manera, presenta a  la cúpula de la Iglesia católica venezolana como detractora de su gobierno y  a los países que han acogido a los migrantes los califica como inhumanos y esclavistas. Finalmente  acusa abiertamente al gobierno de Colombia y a su presidente de introducir  el nuevo coronavirus en Venezuela con fines desestabilizadores.  

Hemos procurado poner en evidencia cómo desde el poder y haciendo uso de los medios del Estado, se divide a los venezolanos, se engaña al país presentando a los retornados como  la causa principal de extensión del coronavirus y se confunde a la población para que se haga eco de un léxico fuertemente estigmatizante que deriva en la discriminación, la delación y el  rechazo de los connacionales.

El discurso de los actores políticos  genera en su auditorio (seguidores u opositores) representaciones sociales y conductas que pueden tener fuerte incidencia en la comunidad. Por ello estos lideres  deberían procurar el responsable equilibrio de lo que comunican  y el respaldo de lo que afirman con  hechos reales y verificables.

©Trópico Absoluto

Notas

[1] Cabe señalar que el análisis crítico del discurso no tiene como objetivo la crítica ideológica, ni el cuestionamiento de la política o  de los políticos. Sólo busca hacer ver la importancia de la comunicación lingüística en la consolidación de las estructuras de poder y de las ideologías; así como estimular en los receptores / ciudadanos la lectura crítica, la posibilidad de ejercer la  propia libertad, disintiendo, con base en las evidencias textuales, o, por el contrario, acogiendo determinados planteamientos, en función de dichas evidencias. 

[2] La Carta Magna en su Artículo 50 reza: Toda persona puede transitar libremente y por cualquier medio por el territorio nacional, cambiar de domicilio y residencia, ausentarse de la República y volver, trasladar sus bienes y pertenencias en el país, traer sus bienes al país o sacarlos, sin más limitaciones que las establecidas por la ley. En caso de concesión de vías, la ley establecerá los supuestos en los que debe garantizarse el uso de una vía alterna. Los venezolanos y venezolanas pueden ingresar al país sin necesidad de autorización alguna.

[3] Sobre este tema la ACNUR se ha pronunciado reiteradamente:  “Las personas continúan saliendo de Venezuela para huir de la violencia, la inseguridad y las amenazas, así como la falta de alimentos, medicinas y servicios esenciales. […] Los acontecimientos políticos, de derechos humanos y socioeconómicos que se desarrollan en Venezuela, obligan a un número creciente de niños, mujeres y hombres a irse a los países vecinos y más allá. Muchos llegan asustados, cansados y en extrema necesidad de asistencia.” ACNUR Situación en Venezuela (05-02-2012) Informe.

[4] UNHCR/ ACNUR.  www.acnur.org   “Venezuela: crisis de refugiados y migrantes” 20 de mayo 2020

[5] Max Zander DW, 5 de mayo de 2020. https://www.dw.com/es/ayuda-millonaria-internacional-para-Venezuela-en-tiempos-de-pandemia/a-53590110

[6] Albornoz-Arias, N., Bermúdez, Y., Mazuera-Arias, R., y Morffe, M. (2018). Informe sobre la movilidad humana venezolana. de quienes emigran [9 de abril al 6 de mayo de 2018]. San Cristóbal: Servicio Jesuita a Refugiados, Migración Realidades y perspectivas Colombia, ONG Entre Culturas, Universidad Católica del Táchira y Universidad Simón Bolívar (en Arellano 2019, 19).

[7] Antes de emigrar 20,1% [del total de migrantes] estudiaban, y 5,7% culminaron sus estudios antes del viaje. El 14,4% tuvieron que abandonar sus estudios al decidir emigrar. Por grupo etario la población más afectada en su proyecto de vida, en relación con su profesionalización, son los adolescentes y adultos jóvenes, el 36,1% y 15,9% respectivamente, abandonaron sus estudios antes de emigrar (Arellano 2019: 18). Las razones de la Emigración venezolana se clasifican como las siguientes: 1) el viernes negro de 1983, cuando la devaluación del bolívar debilitó la economía nacional y al sistema democrático (p.17-18); 2) la crisis bancaria de 1993-1995; y 3) el ascenso al poder de Hugo Chávez en 1998. La mayoría partió desde 1006, después de la reelección de Chávez y la puesta en marcha del socialismo del siglo XXI (Arellano 2019: 18).

[8]  cf. Plataforma de Coordinación para refugiados y migrantes de Venezuela: R4Vhttps://r4v.info/es/

[9] Conferencia Internacional de Donantes en solidaridad con los refugiados y migrantes venezolanos en países de América Latina y el Caribe: https://eacnur.org/es/actualidad/noticias/emergencias/conferencia-donantes-refugiados-venezolanos

[10] El 6 de junio, la vicepresidente Delcy Rodríguez declaró en cadena nacional ““Venezuela, hoy su amenaza es el regreso de nuestros migrantes que huyendo de la xenofobia vienen con esas mismas curvas de contagio que existen en estos países” (https://efectococuyo.com/politica/delcy-rodriguez-regreso-de-migrantes-es-una-amenaza-para-venezuela/) Lo mismo hizo Néstor Reverol, el Ministro del PP para Relaciones Interiores, Justicia y Paz, el día 8 de junio, cuando reiteró que el 83 % de los casos del COVID-19 son por los más de 50.000 venezolanas y venezolanos que han retornado al país por los pasos fronterizos. (Ronny Rodríguez Rosas. Efecto Cocuyo.  7.6. 20. https://efectococuyo.com/coronavirus/reverol-vamos-a-ser-estrictos-en-el-cumplimiento-de-esta-cuarentena/)

[11]  Cf.  https://youtu.be/W2UUt5-hrVg, donde el que el Ministro comunica el mensaje de Maduro.

[12] Veánse  artículos sobre el tema en  @venezuela migrante.com

[13] Sin embargo,  de acuerdo con el Ministerio del Poder Popular de Relaciones Exteriores, al 30 de abril, de 21.243 retornados, solo 13 dieron positivos 24, lo que equivale al 0,06% de quienes habían regresado hasta esa fecha. En: http://mppre.gob.ve/2020/04/30/solo-13-casos-positivo-covid-19-21-243-venezolanos-regresado-pais/ 

[14] https://presidenciave.com/parlamento/diputado-valero-es-indignante-que-maduro-acuse-a-los-venezolanos-que-han-regresado-de-formar-parte-de-un-plan-desestabilizador/

[15] La Unión  Europea UE con el apoyo de la Agencia de las Naciones Unidas para los refugiados ACNUR y la Organización Internacional para las Migraciones OIM, con la participación de 60 países realizaron la “Conferencia Internacional de Donantes en solidaridad con los refugiados y migrantes venezolanos en países de América Latina reconocen la gravedad de  la situación de Venezuela y sus países vecinos (26-05-2020

[16] «El discurso… no se limita a la acción verbal, sino que también involucra significado, interpretación y comprensión, lo cual significa que el acceso preferente al discurso público o el control sobre sus propiedades … también puede  afectar el pensamiento de los demás. En otras palabras, los actores sociales con poder, además de controlar la acción comunicativa también hacen lo propio con el pensamiento de sus receptores.» (van Dijk.  1997:21)

[17] Las alocuciones las hemos  analizado  a partir de los videos que  fueron trasmitidos  y difundidos de manera oficial por  Venezolana de televisión (VTV ) y por diversos medios independientes. Dichos videos están ordenados cronológicamente y se marcan como V1, V2, V3, V4 y V5. Estos son: Video 1. (20 de mayo de 2020) https://youtu.be/lbBILtALXks;

Video 2. (12 de julio de 2020) https://www.efe.com/efe/america/politica/maduro-dice-que-venezuela-sufre-una-invasion-de-coronavirus-desde-colombia/20000035-4294916;

Video 3. (14.06.2020) https://www.youtube.com/watch?v=XtwzpIs0VDQ&list=PL8BQPE8s-xeN6F7zBMMPwGYAIyshQQvqp&index=4 

Video 4. (16.07.2020) https://www.youtube.com/watch?v=kk3L7kNpHsU&list=PL8BQPE8s-xeN6F7zBMMPwGYAIyshQQvqp&index=7.  Video 5. (19 de julio de 2020). https://youtu.be/m9TD_H09eqY.

[18] El video de la alocución del día 14 estuvo accesible en You Tube  https://www.youtube.com/watch?v=uoNwscg3aKc.  hasta el  día 19/08/20, cuando VTV (cadena oficial de tv) fue  limitada en dicha plataforma y eliminado de la web.       Posteriormente, recuperamos la información a través de Mundo Comunica https://youtu.be/8ELpzmNeS4M

[19]  Estos funcionarios sirven de interlocutores inmediatos  a Maduro  y dan apariencia de diálogo a su presentación. Toman la palabra solo en ocasiones cuando el mandatario lo solicita   No todos lo nombrados aparecen en todas los videos.  Cilia Flores  solo está presente en el V3 del 14 de julio; Jorge Rodríguez está en V3, del 14 de julio, y en V5, del  19 de julio. El Ministro de Salud aparece en el V1 y en V5; Delcy Rodríguez  participa en 4 de las alocuciones estudiadas. 

[20] Realmente el país de origen de los retornados, en este caso  calificados como trocheros, es Venezuela.

[21]  Dependiendo de la situación de comunicación y de los roles que desempeñan los interlocutores  hablamos de registro formal o registro coloquial de la lengua. Se trata de un continuo que va de + formal a + coloquial.

[22] Numa Molina, sacerdote simpatizante del gobierno que se hace eco de los planteamientos de Maduro y los lleva a las redes sociales.  A él se debe un tuit que causó álgida polémica en el seno de la Iglesia y fuera de ella: “Un trochero infectado es un bioterrorista que te puede quitar la vida a ti y a tus seres más queridos. Entren por los pases autorizados, bienvenidos a su patria pero sométanse a la cuarentena, no vengan a infectar a los venezolanos” (El Nacional, 17/7/20).

[23] “Como es el deseo de Iván Duque, en Colombia. La orden que dio Iván Duque. Yo lo denuncié hace dos semanas. Una reunión…una reunión muy infausta de Iván Duque dando una orden de hacer todo lo que se pueda hacer para contaminar a Venezuela”. (V1)

[24] Goffman reconoce  tres clases de estigmas: a) las abominaciones del cuerpo o deformaciones físicas, b) los defectos del carácter imputables a problemas psicológicos (perturbaciones mentales, consecuencias de la reclusión, casos de adicción, homosexualidad, etc.), y c) los estigmas tribales de la raza, la nación y la religión (p. 14).

[25] EfectoCocuyo, 26 de mayo de 2020. Ibis León. Gobierno alienta el estigma contra venezolanos retornados, advierten defensores.| @ibisL

[26] La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), considera que “una medida de la pobreza extrema y la pobreza total basada en el costo de adquirir canastas básicas específicas a cada país, en lugar de la línea de ‘1 dólar por día'»: en Venezuela, solo una pequeña parte de la población está fuera de este rango. https://www.dineroenimagen.com/economia/cual-la-diferencia-entre-pobreza-y-pobreza-extrema/104042. Por su parte, la organización Cáritas Venezuela informó que en marzo de 2017 existía un 11,1% de desnutrición aguda en la población infantil, cifra que llegó a 11,4% en abril, según la Organización Mundial de la Salud. Destacan casos graves de menores que perdieron cerca de 60% de su peso corporal. La escasez de medicamentos alcanzó a un 90%, de acuerdo con la Federación Médica Venezolana. Y el desabastecimiento de alimentos llegó al 80%, mientras que la cesta básica alimentaria para mayo de 2017 tuvo un costo 14 veces mayor al salario básico total de un trabajador (Arellano 2019, 19).

[27] El Nacional 21 de julio de 2020. Maduro: El gobierno colombiano abrió las trochas para infectar a toda Venezuela.https://www.elnacional.com/venezuela/politica/maduro-el-gobierno-colombiano-abrio-las-trochas-para-infectar-a-toda-venezuela/

[28] http://mppre.gob.ve/temas/vuelta-a-la-patria/ y https://www.europapress.es/internacional/noticia-maduro-venezolanos-emigrados-dejen-lavar-pocetas-exterior-vengan-vivir-patria-20180829110946.html

[29] A este modelaje lingüístico es lo que se ha llamado neolengua que no es otra cosa que la práctica común de quienes detentan el poder de hacer uso del discurso para actuar sobre los demás con la finalidad de dirigir sus pensamientos en función de una determinada concepción o de conducirlos hacia objetivos prefijados. (cf. Canova González el al. 2020)

[30] Véase Irma Chumaceiro (2010)

[31] Según el DLE en su primera acepción, “Vereda o camino angosto y escusado, o que sirve de atajo para ir a una parte”

[32] En la comparación que hace Graterol (2020) de la situación pintada por Orwell y la realidad de la Venezuela actual, concluye que, a pesar de la propaganda, la lengua no puede esconder la realidad. Las muertes provocadas por las epidemias y el desastre sanitario son parte de lo que Nicolás Maduro ha denominado la guerra bacteriológica que emprende la derecha fascista y sus médicos militantes (loc 1592-93). 

Referencias 

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Chumaceiro, I. y Álvarez, A.  2021.  Las palabras del poder. Trópico Absoluto. Crítica, pensamiento, ideas, 20/04/21. https://tropicoabsoluto.com/2021/04/25/las-palabras-del-poder/

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Irma Chumaceiro es Licenciada en Letras y Magíster en Lingüística de la Universidad Central de Venezuela. Es profesora titular de la misma universidad.  Como investigadora, ha publicado trabajos sobre semántica, análisis del discurso (político y literario) y el estudio de la variedad del español americano y particularmente el venezolano. Ha publicado Estudio lingüístico del texto literario. Análisis de cinco relatos venezolanos (2001, 2005),  Discurso político: teoría y análisis (2006)  y, con Alexandra Álvarez, El español, lengua de América. Historia y desarrollo del español en el continente americano (2004).

Alexandra Álvarez Muro es Licenciada en Letras de la Universidad Central de Venezuela y Magíster en Lingüística y  Ph.D en Sociolingüística en la Universidad de Georgetown. Es profesora titular jubilada de la Universidad de Los Andes, Mérida. Como investigadora, ha trabajado sobre sociolingüística, análisis del discurso y español de América. Entre sus libros figuran: Poética del habla cotidiana;  Textos Sociolingüísticos; Cortesía y Descortesía: Teoría y praxis de un sistema de significación y, con Irma Chumaceiro, El español, lengua de América. Historia y desarrollo del español en el continente americano.

 

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