Alfredo Cortina / Photobolsillo

12 junio 2021

Alfredo Cortina (Valencia, Venezuela, 1903 – Caracas, Venezuela, 1988) era un fotógrafo prácticamente desconocido en el universo del arte contemporáneo, incluso en Venezuela. El principal trabajo de investigación por el que se le recuerda tiene que ver con los avances y aportes en la fundación de la radiodifusión y la radio moderna en Venezuela, donde resalta durante el siglo XX como pionero de este medio en ese país. Como guionista de radio y televisión escribió radionovelas, programas culturales, adaptaciones de historias infantiles, series de ficción y telenovelas, junto a dramas y comedias para teatro.

Pero, junto a estas actividades, Cortina dedicó su talento de forma muy significativa a la fotografía, creando un archivo único de paisajes rurales y urbanos y de lugares de la Caracas premoderna y en pleno proceso de renovación, así como composiciones inusuales de naturalezas muertas, puestas en escena o la reconstrucción de personajes extraños.

A lo largo de su vida, Cortina fue parte de un grupo de intelectuales y artistas de la vanguardia venezolana que incluía a su esposa, la poeta y dramaturga Elizabeth Schön, las hermanas Ida y Elsa Gramcko (poeta y pintora respectivamente), Carlos Puche (pionero de la fotografía moderna en Venezuela) y el filósofo Ernesto Mayz Vallenilla.

Alfredo Cortina fue “descubierto” por Vasco Szinetar, fotógrafo y director del Archivo Fotografía Urbana, un proyecto para la conservación, investigación y difusión de los distintos tiempos de la memoria visual venezolana, a través de la fotografía. Szinetar lo conoció en 1979, cuando cumplía con el encargo de fotografiar a los pioneros de la cultura venezolana, sin sospechar que ante él posaba un artista excepcional del que tendría la oportunidad de estudiar su obra años más tarde, como curador del Archivo Fotografía Urbana. Mucho después, en el 2008, el Archivo Fotografía Urbana adquirió su archivo, compuesto por imágenes, álbumes, negativos de vidrios, impresiones vintage, transparencias, objetos, plumillas e invenciones como los relojes que él mismo fabricaba.

El trabajo de Alfredo Cortina se presentó por primera vez en la 30° Bienal de São Paulo (2012). Szinetar, invitado por Pérez Oramas, realizó allí una muestra de su obra fotográfica, hasta entonces desconocida. Posteriormente, el MoMA presentó una serie de sus fotografías en la exposición Recent Acquisitions from The Museum of Modern Art of New York, durante la celebración de Paris Photo, en el Grand Palais. En el año 2015 la exposición Alfredo Cortina. Fotografías es presentada en la Sala Mendoza, en Caracas, y en el Museo de Arte Contemporáneo del Zulia, en Maracaibo, ambas en Venezuela, bajo la curaduría de Vasco Szinetar.

“Alfredo Cortina sólo construyó un archivo, nada más y nada menos como August Sander, pero a diferencia de aquel dramático repertorio de todos los habitantes de un mismo mundo, éste de Cortina es el archivo incesante de un solo habitante, y muchos mundos. Alfredo Cortina construyó un sistema de imágenes quizás porque era consciente, como diría Villem Flusser, que ‘lo incomparable es incomprensible’, que solo en su diferencia con otras imágenes pueden las imágenes llegar a significar algo. Estaba con ello Cortina, sin saberlo explícitamente, imbuido de una modernidad que iba más allá de lo moderno, de una modernidad capaz de abrirse campo más allá de sus propias contradicciones”, señala Pérez-Oramas en el libro Alfredo Cortina: Un Atlas para Elizabeth, editado por el Archivo Fotografía Urbana y la Sala Mendoza.

Textos tomado del catálogo de la exposición: Alfredo Cortina: Un atlas para Elizabeth. Madrid: La Fábrica. 2017

Alfredo Cortina
Photobolsillo
Madrid: La Fábrica en colaboración con el Archivo de la Cultura Urbana
2017
96 páginas