Juan Calzadilla (1930 – 2025)
Juan Calzadilla (Altagracia de Orituco, 1930 - Caracas, 2025) fue uno de nuestros grandes poetas, así como estudioso de las artes plásticas y un notable pintor cuyas obras sorprenderían a muchos.
A edad muy avanzada ha muerto Juan Calzadilla (Altagracia de Orituco, 1930 – Caracas, 2025). Lo especifico porque durante mucho tiempo estuvo ausente de la vida pública cultural. A lo que se suma otro largo período de retiro, a lo mejor por haber abrazado la causa chavista que lo aisló del medio intelectual que optó por una actitud contraria e intransigente casi desde su mismo comienzo. Pero esto no debe mermar el reconocimiento de su figura realmente notable como poeta, como estudioso de las artes plásticas y a ratos como fino y sabio pintor.
Fue figura fundamental del Techo de la Ballena, ese grupo que refleja como ningún otro el renacimiento de la democracia nacional y, paradójicamente, la lucha armada de la «izquierda cultural» contra esa naciente y sólida perspectiva histórica. De allí que esa generación en cierto modo fue derrotada, trágica, y, a un tiempo, magnífica, porque así es de paradójico el quehacer del espíritu. De su tardío rescate y promoción como instrumento de propaganda de la dictadura chavista proviene su segunda derrota, aliviada por la relevancia adquirida tras su exposición internacional.
Juan Calzadilla sin duda fue uno de sus grandes poetas. Desde muy temprano tematizó la ciudad recién descubierta y el surrealismo que la hacía fantástica y misteriosa, aunados a un estilo sobrio y refinado. Fue prolífico como poeta, con una obra que se extiende por más de veinte publicaciones. Entre otras: Ciudadano sin fin (1969), El ojo que pasa (1979), Agendario (1988), Principios de urbanidad (1997), Aforemas (2004), Vela de armas (2008) y Noticias del alud (2009).
Pero no es menos significativa su labor como estudioso de las artes plásticas, casi en solitario. Escribió páginas críticas e intentó historiar el desarrollo de nuestras artes. A la luz de la libertad y el espíritu de vanguardia que eran entrañablemente suyos.
También pintó, con una manera muy propia, que habría que revisitar para sorpresa de muchos. Políticamente muere en lo suyo. Uno de los últimos de aquellos jóvenes irreverentes que hicieron del drama histórico y la pasión vanguardista un momento estelar de nuestras artes.
©Trópico Absoluto
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