Arianna de Sousa-García / Atrás queda la tierra

21 julio 2024

Mientras su mundo se cae a pedazos, la narradora de Atrás queda la tierra conecta una serie de memorias, palabras e imágenes, para escribir una novela de no ficción sobre el dolor que provocan el despojo y la violencia.

Esta es la historia de millones de venezolanos, pero también de todo quien haya tenido que sufrir el exilio. Atrás queda la tierra es el testimonio de la catástrofe de una nación que una madre le intenta contar a su hijo, un pequeño niño que no se siente parte de ningún país, sino de todos al mismo tiempo.

Arianna de Sousa-García, periodista venezolana radicada en Chile, ofrece una primera obra sobre la búsqueda de la belleza hasta en los mundos posibles más hostiles.


«Atrás queda la tierra es el testimonio de una madre que abandona la dictadura venezolana para proteger a su hijo. Con el tiempo descubre que, para los exiliados de su país, lo peor no siempre queda atrás sino que —a causa del estigma de ser quienes son y la xenofobia y el racismo— nuevas formas de crueldad los esperan en otras tierras, bajo otros Gobiernos, en democracia. Si en Venezuela las madres veían morir a sus hijos e hijas por falta de comida y medicinas, la vida y la salud no son una garantía automática cuando llegan a una tierra que no los desea. De Sousa-García, periodista galardonada por cubrir la hambruna en su país, reúne en su libro un archivo impresionante de madres desplazadas que ven morir a sus hijos en sus propios brazos, cuando cruzan ríos, cuando los guardias de frontera los acribillan, cuando se ahogan por falta de oxígeno en las cordilleras y hasta cuando caen en manos de médicos negligentes. Se diría que estas madres han fallado en su trabajo de proteger, pero, para la autora, el fracaso es de los Estados y de un continente que no está a la altura del desastre humanitario. Cuando los niños venezolanos mueren en suelo extranjero, una especie de culpa se activa en las autoridades locales, pues se vuelven diligentes ante el cadáver que hay que enterrar o repatriar. A los Estados –escribe de Sousa-García– les gusta “ayudar a los migrantes muertos, más no a los vivos”.» Marco Avilés. El País (Madrid)

Arianna De Sousa-García
Atrás queda la tierra
Santiago de Chile: Seix Barral
2024