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Eduardo Liendo (Caracas, 1941 – 2025)

Eduardo Liendo (1941-2025) es un narrador clave de la literatura venezolana del siglo XX, autor de obras como El mago de la cara de vidrio y El round del olvido. Su trayectoria combinó escritura, docencia y compromiso cultural. Falleció en Caracas el pasado 3 de julio de 2025, dejando una obra vasta y ampliamente reconocida.

Eduardo Liendo retratado por Jaime Ballestas s/f

Eduardo Liendo (Caracas, 1941 – 2025) fue uno de los narradores venezolanos más consistentes y reconocibles de la segunda mitad del siglo XX y comienzos del XXI. Su obra, construida a lo largo de más de cinco décadas, combinó imaginación, crítica social y reflexión sobre la memoria individual y colectiva. Su estilo, a menudo irónico pero nunca cínico, fue una marca distintiva que lo hizo cercano a múltiples generaciones de lectores.

Liendo trabajó también durante muchos años en la Biblioteca Nacional, donde llegó a desempeñar el cargo de Director de Extensión Cultural. Fue también un formador generoso: durante quince años dirigió el taller de narrativa de la Universidad Católica Andrés Bello, por donde pasaron cientos de escritores y entusiastas de la escritura. En 2023, la UCAB le otorgó la Orden Andrés Bello durante la Feria del Libro del Oeste de Caracas, como reconocimiento a su trayectoria literaria y docente.

Ese mismo año fue ocasión de un homenaje especial: se cumplieron 50 años de la publicación de El mago de la cara de vidrio, su novela más conocida. Publicada originalmente por Monte Ávila Editores en 1973 y reeditada en múltiples ocasiones, fue incluida en planes de lectura escolar que le permitieron alcanzar un público amplio. En 2023, ABEdiciones lanzó una edición conmemorativa dentro de su colección especial para autores venezolanos. Liendo asistió al acto con el libro en las manos. Poco después participó en un homenaje realizado en la Sala Eugenio Montejo de la Biblioteca Los Palos Grandes: «El mago de la cara de vidrio: 5 décadas, 5 miradas». Allí, escritores como Marisol de Macedo, Javier Cedeño Cáceres, Eritza Liendo, Krina Ber y Óscar Marcano ofrecieron distintas lecturas sobre la historia protagonizada por el ansioso profesor Ceferino Rodríguez Quiñónez.

Eduardo Liendo, Francisco Massiani, Carol Prunhuber y Rubén Núñez. Taller de Literatura Calicanto. Caracas, 1980. ©Vasco Szinetar.

En entrevistas ofrecidas en esos días, el autor recordó que escribió El mago tras volver de un exilio intenso y enfrentarse a un momento decisivo de su vida. Militante de izquierda en su juventud, Liendo confesó: «No me he arrepentido de haber creído que el mundo podíamos hacerlo mejor. De lo que me arrepiento es de la vía violenta, de la vía armada. Compañeros míos se dedicaron a la política por otras vías… yo pensaba qué iba a ser de mi vida. Decidí escribir». Y sobre esa primera novela añadió: «Aunque está escrita en ese tono jocoso, yo sabía que me la estaba jugando».

Después de El mago de la cara de vidrio, publicó obras que hoy son parte del repertorio narrativo venezolano: Los topos (1975), Mascarada (1978), Los platos del diablo (1985), El cocodrilo rojo (1987), Si yo fuera Pedro Infante (1989), Diario del enano (1995), El round del olvido (2002), Las kuitas del hombre mosca (2005), Contraespejismo (2007), El último fantasma (2008), Contigo en la distancia (2014), En torno al oficio de escritor (2014) y finalmente Doy por vivido todo lo soñado (2024), su último libro publicado en vida. Esta última obra retoma y amplía la novela de 2014, uniendo nuevas escenas y voces. En ella, el protagonista viaja en un autobús que funciona como una metáfora del tránsito por la vida: un espacio de encuentros, rupturas, peligros y momentos dichosos. El título mismo —Doy por vivido todo lo soñado— funciona como una suerte de despedida literaria.

Eduardo Liendo retratado por Vasco Szinetar. De la serie Frente al espejo. s/f. ©Vasco Szinetar.

Liendo fue también un escritor premiado. Mascarada recibió mención honorífica en el Premio de Ficción de Caracas (1978) y el Premio de Humor Pedro León Zapata (1981); Los platos del diablo ganó el Premio Municipal de Literatura en 1985, al igual que El round del olvido en 2002. Si yo fuera Pedro Infante obtuvo el Premio Manuel Vicente Romero García, otorgado por el CONAC, en 1990. Pese a los reconocimientos, Liendo mantuvo siempre un perfil bajo, más volcado al trabajo constante que a la figuración pública.

Con su fallecimiento, la literatura venezolana pierde una voz lúcida, cercana, capaz de pensar el país con distancia crítica y sentido del humor. Su legado permanece en su obra y en quienes, gracias a su ejemplo, comprendieron que escribir es también una forma de actuar en el mundo.

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