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Barbara Brändli. Poética del gesto, política del documento, inaugura en PhotoEspaña 2024

Bárbara Brändli en Santa María de Erebato, Estado Bolívar. 1962.

La obra de la artista suizo-venezolana Bárbara Brändli podrá ser apreciada una vez más durante la exposición Barbara Brändli. Poética del gesto, política del documento, que inaugura el 19 de junio de 2024 en el CentroCentro de Madrid, en el marco del festival Photo España 2024. Bajo la curaduría de Alejandro León Cannock y el patrocinio de Ayuntamiento de Madrid, CentroCentro, la Colección C&FE y PHotoESPAÑA, la muestra hace énfasis en el trabajo de Brändli con el cuerpo, la danza y el movimiento, que fueron tan importantes a lo largo de su carrera.

La exposición es una completa retrospectiva sobre la obra de la fotógrafa con casi 300 fotografías, muchas de ellas inéditas e incluidas en el archivo personal de Brändli, que incluye materiales de archivo originales, entre los que se encuentran documentos, hojas de contacto o dibujos, entre otros.

La exposición está estructurada en cuatro secciones que recorren las diferentes etapas de la creación de la artista:

La primera sección se remonta a los años 50 del siglo XX y a sus trabajos como modelo en París, lo que le permitió empezar a relacionarse con la lente fotográfica, aunque desde la posición de ser observado. Sin duda fue en esa época cuando Brändli descubrió el poder de la fotografía como herramienta de comunicación, lo que le llevó a ponerse detrás de la cámara.

La segunda sección nos presenta a una Barbara Brändli fotógrafa e instalada en Caracas. Este fue el momento en el que entró en contacto con los principales agentes de la sociedad venezolana que pasaron por su cámara. Estos retratos de artistas, músicos, artesanos, políticos, modelos, actores o arquitectos, junto con sus proyectos editoriales hicieron que fuera reconocida con el Premio Nacional de Fotografía en 1994. Como complemento a esta segunda sala se presentan algunas portadas de revistas y periódicos y las cámaras (Rolleiflex y Nikon) que Brändli solía utilizar, así como pruebas de impresión realizadas en su laboratorio.

La tercera sala explora la relación de Brändli con el fotolibro y la forma en la que la autora supo dar, de manera única, voz a los representados en todos sus proyectos editoriales. En sus libros, el relato verbal de los fotografiados se entreteje con su propio relato visual, lo que permite al espectador realizar interpretaciones complejas de estas obras.

La última sección de la exposición se centra en el legado fotográfico de Barbara Brändli cuya obra se encuentra en centros de gran prestigio internacional como el Museum of Modern Art (MoMA) de Nueva York, el Museo Reina Sofía de Madrid o el Fotostiftung Schweiz de Winterthur en Suiza.

Bárbara Brändli: Una experiencia de vida

Barbara Brändli nació en Suiza (Schaffhousen, 1932), pero se convirtió en fotógrafa en Venezuela, donde vivió y trabajó hasta su muerte en 2011. A lo largo de cinco décadas, ante su lente posaron artistas, músicos, actores, bailarines, artesanos, modelos, políticos y empresarios de la sociedad venezolana. Si bien Brändli es reconocida internacionalmente gracias a su libro Sistema nervioso (1975), incluido por Martin Parr en su selección de los mejores fotolibros (Fenómeno fotolibro, 2017), su legado contiene material fotográfico (y no fotográfico) inestimable para la memoria histórica latinoamericana.

Brändli asistió a la escuela en Basadingen y Diessenhofen. Posteriormente se formó como bailarina de ballet clásico en Basilea y Ginebra. De 1951 a 1956 permaneció en París, donde pronto se dio cuenta de que ya era demasiado mayor para dedicarse al ballet.

Para ganarse la vida en París, trabajó en la industria de la moda como modelo para ilustradores y fotógrafos y se interesó por la fotografía. En París conoció al arquitecto venezolano Augusto Tobito Acevedo, ayudante de Le Corbusier, con quien se casó en 1957, el mismo año en que nació su hija en Frauenfeld.

Cuando su esposo fue nombrado profesor de la Universidad Central de Venezuela, en 1959, la familia se trasladó a Caracas. Brändli conoció allí a personalidades del mundo cultural venezolano y comenzó una carrera autodidacta como fotógrafa, documentando la escena cultural venezolana, incluida la danza, la música, el teatro y la arquitectura.

A partir de la década de 1960, su trabajo se centró en la fotografía antropológica y la investigación de los diversos grupos étnicos y pueblos de Venezuela. Documentó la vida de las tribus indígenas ye’kuane, waika y yanomami del río Orinoco (Alto Orinoco). De esas experiencias surgió su trabajo más conocido, el fotolibro Sistema Nervioso, con textos de Román Chalbaud y diseño de John Lange.

Mientras Brändli continuaba con sus investigaciones e ilustraciones fotográficas sobre la vida y los ritos de las diferentes culturas y pueblos de Venezuela, también produjo fotografías de danza y teatro y un reportaje sobre los Andes venezolanos de 1962 a 1975. Las investigaciones de Brändli contribuyeron significativamente al desarrollo de la fotografía antropológica y de la fotografía sudamericana contemporánea.

Pero el valor de la obra de Brändli no se reduce a su relevancia como “documento histórico”, también reside en la manera en que ella entendió la fotografía documental. El hecho de haber sido bailarina amateur y de haber trabajado como modelo para revistas y diseñadores antes de convertirse en fotógrafa le permitió comprender la importancia del gesto y la pose. Al mismo tiempo, le condujo a experimentar en carne propia el proceso de desposesión al que el “sujeto” fotografiado es sometido al ser convertido en “objeto” de representación, nos dice el texto de la exposición.

Probablemente para superar esta posición, Brändli puso en práctica una metodología de trabajo y una ética de vida que nos invitan a ver en sus proyectos las bases de una redefinición de la actividad documental: del fotógrafo como cazador al fotógrafo como tejedor de relaciones. Los proyectos documentales de Brändli, como Los hijos de la luna (1974), Los páramos se van quedando solos (1981) y Así con las manos (1979), son el resultado de largos años de trabajo en los que la autora convivió con aquellos que no se convertirían en objetos de sus fotografías, sino en sujetos de sus historias.

Con material de prensa de PhotoEspaña 2024.

1 Comentarios

  1. Miguel Ángel Campos

    Trazos certeros dan una idea de esta fotógrafa adelantada del foto reportaje, sus libros ayudan al acopio de este género en Venezuela. Una fotografía suya ilustra un libro mío.

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